Frente a ello, surgió una tendencia que otorgaba al arte y a la belleza una autonomía propia, sintetizada en la fórmula de Théophile Gautier l’art pour l’art («el arte por el arte»), llegando incluso a hablarse de «religión estética». Se da la circunstancia de que el rojo y el blanco son los colores tanto de la bandera autonómica como del equipaje que lució el Racing durante los dos primeros años de su historia, camiseta del real madrid 1913 y 1914. La silueta de Cantabria es uno de los aspectos más llamativos de la parte posterior de esta camiseta.